Solariega   

Estas casas amuebladas
que sus dueños nunca habitan:
viejas casas misteriosas,
viejas casas que dormitan...
Entornadas las vitrinas,
apenumbran las estancias espaciosas;
casi nunca, nunca hay rosas
sobre el huerto displicente,
y es un sueño de hojas secas
el espejo de la fuente.

Y quién sabe qué misterio de poesía
se difunde en el sahumerio
de la vieja mueblería...
Y quién sabe de qué cosas estén llenas
las garrafas de las cavas
y las grandes alacenas...

Se insinúan en los pretiles virreinales
los cantares de torcazas,
y hay frescuras conventuales
en las sombras de esas casas.

Casas de hosco Mayordomo,
de pretérita cancela,
de católica vejez.
Casas como
fue la casa de mi abuela
donde anduvo mi niñez...

 

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