Arquitectura y Humanidades
Propuesta académica

Recomendaciones para la presentación de artículos y/o ensayos.


Arquitectura Plurifamiliar Nómada
Lugar de llegada, lugar de partida

Hernán Guerrero Figueroa


Fotografía 1.

"El diseño arquitectónico para construcciones nómadas pone de manifiesto que su solución va
más allá de sola solución de necesidades del hombre. Esta condición nómada del hombre, es
ante todo una posición de vida; en donde la respuesta arquitectónica debe considerar otros
campos de conocimiento como el de las humanidades para encontrar alternativas de diseño que
respondan a la realidad de ese hombre. "Los caracoles construyen una casa que llevan
consigo. Así el caracol está siempre en casa, viaje donde viaje"
Gaston Bachelard.

Introducción

A poco tiempo ya de entrar en un nuevo milenio, no es muy frecuente considerar a las tiendas u otras construcciones provisionales como arquitectura, a pesar de que millones de personas vivieron, viven y vivirán en ellas temporal o permanentemente. "Constatamos también que con pocas excepciones ninguna dirección artística ha sido vinculada exclusivamente con la construcción de tiendas. Los motivos son diversos. La historia de la construcción y la arquitectura se ha ocupado comprensiblemente sólo de la búsqueda y mantenimiento de obras o ciudades completas o parcialmente conservadas y no en cambio de las tiendas u otras construcciones provisionales. La historia del arte considera la tienda en sus representaciones gráficas como un elemento decorativo o como un elemento que da un significado a una acción" (Guerrero, 2000).

Parto de concebir que las viviendas nómadas también son arquitectura, pues implican una posibilidad de cobijo para el hombre, responden a sus necesidades físicas y también espirituales. En ellas está claramente manifiesto que su hábitat implica mucho más que la satisfacción física de cubrirse de las inclemencias del clima, es ante todo manifestaciones de la actitud nómada ante la vida, que poseen muchas personas. El ser nómada no es una actitud de los últimos tiempos, el hombre desde que aparece en la tierra ha optado por vivir en un solo sitio o el estar viajando de un lugar a otro teniendo así diversidad de asentamientos.

Esa condición de nómada ha determinado un tipo especial de techo, cuyo diseño, como es obvio, determina ciertas condiciones que le son inherente a este tipo de arquitectura. "La casa proyecta una enorme sombra, si no como abrigo, como metáfora, viva, muerta y mezclada. Es el receptáculo de nuestros sueños y anhelos, recuerdos e ilusiones. Es, o al menos creo que debería ser, el instrumento de la transición del estar al bienestar". Por lo tanto como arquitecto es mucho lo que se puede hacer, no creo que se deba seguir pensando que estos asuntos no son de nuestra competencia profesional porque la arquitectura tiene que ver de una u otra forma con todos los que la habitamos, "ninguna arquitectura que trabaje a favor del hombre en lugar de contra él está superada" (Rudofsky, p.5).

Hipótesis

"Los marginales han vuelto a descubrir lo que hace tiempo fue olvidado
por las sociedades más sofisticadas, que su cobijo puede encarnar su filosofía"
Bill Voyd.

Las comunidades nómadas latinas se asientan en un lugar determinado bajo condiciones de arraigo favorables a su condición humana, contando con un diseño arquitectónico propio de cada comunidad que le permita al interior un rápido, eficaz y fácil asentamiento y al exterior un modelo inserto que guarda cierta relación con el entorno urbano y rural. El ejercicio arquitectónico toma como herramienta de diseño el trabajo del arquitecto con la comunidad donde conocer sus condiciones, necesidades, expectativas y forma de vida para luego traducirlas en una respuesta de diseño es fundamental, pues en estos lineamientos encuentra bases que le permiten una solución que salga del mismo hombre que habitará esa arquitectura.

Hombre y mito

"El que vive en tiendas, disponible y sin equipajes, es el que corre hacia Dios."
Cf. Ex 13,20

"Toda sociedad tiene su propia concepción del universo. Sus miembros saben decir qué forma tiene el mundo, quién lo creó, si fue creado, cómo aprendieron los hombres a cultivar la tierra y a fabricar los instrumentos, qué posición tiene la sociedad tribal frente a las demás, quién instituyó sus reglas sociales. Muchos de estos conocimientos están contenidos en los mitos guardados por la tradición tribal" (Guerrero, 2000). El anterior planteamiento realizado por Melatti nos reafirma que los mitos, son ante todo, narraciones de acontecimientos cuya veracidad no es puesta en duda por los miembros de una sociedad. Muchas personas piensan, aún hoy en día, que los mitos nada más son descripciones deformadas de hechos que realmente ocurrieron. En realidad, según lo afirma el mismo autor y siguiendo con la misma cita "todo indica que los mitos tienen más que ver con el presente que con el pasado de una sociedad. Aunque las narraciones míticas siempre colocan los acontecimientos de que tratan en tiempos pretéritos, remotos, no dejan de reflejar el presente, ya sea en lo que toca a las costumbres o en lo que toca a los elementos tangibles, como los artefactos-" (Guerrero, 2000).

Mito generador de cobijo nómada

Si existe el día, también existe la noche, si existe la tierra es porque contamos también con el cielo. Son muchos las descripciones que nos hablan del hombre de las cavernas que pasó luego a tener una vida sedentaria. Sin embargo, si contamos con este tipo de hombre también debemos contar con el hombre nómada que tendrá como opción de vida trasladarse siempre de un lugar a otro.

Herskovits, hablando del hombre prehistórico, plantea que nuestra deuda con este hombre es impresionante, "todos los descubrimientos básicos de las técnicas que caracterizan los modos actuales de vida se hicieron en una época en que la economía del hombre se caracterizaba por el uso de herramientas de piedra" (Guerrero, 2000); y nos da una amplia perspectiva de la primera revolución del hombre, la neolítica donde el hombre vivía con una economía cazadora y recolectora, lo cual hizo posible una serie de sistemas económicos y sociales que solamente podían subsistir a base de una alimentación segura y abundante proporcionada por la domesticación de animales y el cultivo de plantas.

Siguiendo con la idea de ese hombre nómada encontramos también evidencias relacionadas a la existencia de sus tiendas desde periodos antiguos, como es el caso de la pintura sobre la superficie de las cavernas, "en algunos murales aparecen numerosas figuras semejantes a tiendas, llamadas tectiformes, que según se cree son diagramas de construcciones de madera", (Guerrero, 2000).

Ahora bien, la idea del hombre nómada la reafirma Joseph Rykwert cuando menciona que "Wright en su libro The Living City, publicado por primera vez en 1945, habla de que la humanidad estaba dividida en moradores de cavernas, agricultores y tribus nómadas de cazadores-guerreros; y podríamos encontrar al nómada saltando de rama en rama en la frondosa enramada del árbol, sujetándose en el enroscado extremo de su cola, mientras el estólido amante del muro buscaba su seguridad escondiéndose en algún agujero del terreno o en una cueva ¿el mono? El habitante de las cuevas se convirtió en el hombre de las cavernas. Empezó a construir ciudades, su dios era un maligno asesino...

Erigió su dios dentro de un misterioso pacto. Cuando pudo, hizo a su dios de oro, y aun lo hace. Pero su hermano, más andarín y viajero, ingenió un alojamiento más adaptable y esquivo: la tienda plegable. Era el aventurero y su dios, un espíritu tan devastador o tan benéfico como el mismo" (Guerrero, 2000). Y continua esta cita afirmando que los buenos y los malos no permanecieron separados: las conflictivas naturalezas humanas han conquistado, han sido vencidas, se han casado y vuelto a casar; han producido otras naturalezas; fusión en unas cosas, confusión en otras.

"Wright presenta al nómada como prototipo de demócrata, mientras que el agricultor cavernícola es la encarnación de la antidemocracia. Wright pensaba que "en cuestión de cultura la sombra-sobre-la-pared ha parecido hasta ahora predominante. Por eso está emergiendo un tipo humano capaz de cambiar rápidamente del antiguo gran muro. En la capacidad de cambiar tenemos el nuevo tipo de ciudadano. Lo llamaremos demócrata" (Guerrero, 2000). Esta división de la humanidad en malos terrícolas y buenos y espirituales constructores de tiendas, no es más que una variante entre Caín y Abel, entre el bien y el mal, entre el blanco y el negro, todo como una lógica de opuestos.

Debido a las anteriores anotaciones reafirmo que este hombre nómada genera entonces un tipo diferente y particular de arquitectura acorde a su condición de desplazamiento, y es allí donde ese peregrinar hace parte de la vida del hombre, va consigo donde quiere y forma parte de su vida, condición que debe tenerse en cuenta en el diseño arquitectónico.

Peregrinaje

Al parecer disponemos de pocas fuentes para investigar las primeras tiendas utilizadas por el hombre en los principios de la historia. Las primeras conclusiones y pruebas convincentes según Frei Otto nos las aportan las excavaciones de campamentos que datan de 30 000 años. En las culturas primitivas más elevadas encontramos amplias descripciones, y sobre todo, muchas representaciones precisas. Las tiendas más conocidas cuyo origen data de 3 milenios atrás es la -tienda de Dios- de los israelitas que durante sus 40 años de éxodo peregrinaron por el desierto viviendo sin duda en tiendas. En la Biblia se menciona que "desde Ramses se llega a Sukot" (Guerrero, 2000).

Los intérpretes de los nombres afirman que entre los hebreos Sukot significa tiendas. La tienda fuera de satisfacer sus necesidades de techo representó para ellos el cambio a la libertad. Ya no estaban cubiertos por palacios de esclavitud sino que estaban cubiertos bajo tiendas de libertad. Era ante todo un peregrinar en busca de Dios.

Por consiguiente, y teniendo en cuenta las diferentes descripciones que encontramos en la Biblia, podemos concluir que para el pueblo conducido por Moisés el peregrinar, era ante todo, una nueva actitud de vida. En la tienda de Dios se guardaba el arco con las tablas de la ley. Al pasar los israelitas a la vida sedentaria, la tienda móvil se transforma en el tabernáculo y finalmente en el templo de piedra.

Hombre y permanencia

"Quisiera que me trajeras una tienda tan ligera que un solo hombre pudiera transportarla en la palma de la mano y lo suficientemente grande para que cupiera en ella mi corte, me ejército y el campamento. Petición del sultán de la India a su hijo Ahmed realizada a través del hada Pari Banu en un cuento de Las mil y una noches" (Guerrero, 2000).

Permanecer un día, un mes, un año o toda una vida en una tienda es para el hombre nómada todo un reto, el cambiar de un lugar a otro implica vivenciar cada espacio, no importa el día en que se tenga que partir; vivir cada instante en una tienda como si fuera el último momento del que se dispone para ser feliz.

El nido

Según lo cita Gaston Bachelard, "el pintor Vlaminck, viviendo en su casa tranquila, escribe: El bienestar que experimento ante el fuego cuando el mal tiempo cunde, es todo animal. La rata en su agujero; el conejo en su madriguera, la vaca en el establo, deben ser felices como yo" (Guerrero, 2000). Físicamente, el ser que recibe la sensación del refugio se estrecha contra sí mismo, se retira, se acurruca se oculta, se esconde.

El nido toma imagen de reposo, de tranquilidad, se asocia inmediatamente a la imagen de la casa sencilla y viceversa, el transito no puede hacerse más que bajo el signo de la simplicidad. Simplicidad que asociada a aspectos de su forma, construcción y utilización nos marca un nuevo partí de diseño.

Frei Otto, nos muestra la siguiente cita que habla de la petición del sultán de la India a su hijo Ahmed realizada a través del hada Pari Banu en un cuento de Las mil y una noches. "Quisiera que me trajeras una tienda tan ligera que un solo hombre pudiera transportarla en la palma de la mano y lo suficientemente grande para que cupiera en ella mi corte, me ejército y el campamento" (Guerrero, 2000). Trae a colación la idea milenaria de casa nómada, donde la ligereza, tamaño adaptable, versatilidad y posibilidad de transporte con los criterios con que hoy describimos las construcciones nómadas.

La movilidad

La movilidad es fundamental en el hombre nómada, ya que rebasa el hecho físico del desplazamiento. No sólo es el hecho en sí del movimiento el que interesa, sino también es importante destacar lo que se genera con esa movilidad, como por ejemplo las enseñanzas que se transmiten, las vivencias que se comparten, entre otras.

En las caravanas árabes por ejemplo, se congregaban grandes cantidades de estudiantes y eruditos a los pies del maestro; en este recorrido se conseguían grandes conocimientos que llevaron a futuros desarrollos de los pueblos. Los israelitas en todo su peregrinar durante 40 años transmitieron de generación a generación todo su conocimiento para aplicarlo en su nueva vida.

Es importante también tener en cuenta la movilidad como elemento de percepción del hombre, ya que: "La percepción del ambiente ayuda al individuo a establecer la comunicación y la interacción social con otras personas, a identificar características importantes del ambiente y a disfrutar de una variedad de experiencias estéticas. Una forma importante en que la percepción ayuda a regular las actividades del individuo en proporcionarle la información necesaria para orientarse en el ambiente" (Guerrero, 2000).

La siguiente teoría citada por Yona Friedman nos ratifica la condición de percepción. Teoría general de la movilidad: el empirismo de los cambios 1961. "El mecanismo cerebral humano no permite la percepción de un fenómeno de un objeto estacionario o uniforme. Toda percepción implica fundamentalmente un cambio de calidad (una diferencia) entre uno o varios componentes del fenómeno o del objeto observado y los de los demás objetos o fenómenos. Todo objeto o fenómeno completamente invariable o uniforme es fatalmente inexistente para nuestros sentidos o para nuestros instrumentos de medición.

Ejemplo: la estructura de todas las lenguas humanas, señalan este hecho, la composición de una frase precisa inevitablemente del empleo del verbo, es decir del empleo de una acción. Ahora bien, una acción es un cambio" (Guerrero, 2000). En consecuencia, la actitud humana se funda en las percepciones, es evidente que toda actitud es función de los cambios de nuestro ambiente o nuestra conciencia. Toda acción humana consiste en un milenio de influir en los cambios de conciencia o de ambiente. Este hecho implica ocuparse prácticamente tan solo de los cambios que pueden verse influidos.

Hombre e inicio

"El mundo es grande, pero en nosotros es profundo como el mar"
Rilks

Generalidades

Ver el mundo sin salir de casa es sólo una de las ventajas que la actual arquitectura nos ofrece. El sedentario ignora las viviendas menos convencionales, como casas sobre ruedas o trineos, o flotantes, que añadieron un toque de aventura a la arquitectura doméstica del pasado. Lo más parecido que se conoce es el automóvil, al que la sociedad de las metrópolis ha investido con el prestigio de las funciones de un segundo hogar. Pero hasta ahora carece de hogar y de suelo habitable, rasgos esenciales de cualquier casa que se respete. Rudofsky hace la siguiente descripción referente a las viviendas móviles en donde es importante destacar el sentido que le da a un hecho histórico frente a una realidad construible, quizá esta no sea la descripción más completa sobre el fenómeno, pero creo que es un punto de partida con el cual se puede seguir trabajando.

Los trailers son lo más parecido a un domicilio móvil, pero, como la mayoría de los vehículos modernos, están limitados a los caminos, que es quizás la razón por la que muchos de ellos nunca se mueven. Aunque a ningún jinete se le ocurriría pasar largo tiempo montando un caballo amarrado al poste, la mayoría de los habitantes de trailers nunca han pensado en viajar en ellos. Amarrados por impuestos y tarjetas de crédito, el trailer les sirve de hogar permanente.

Las viviendas móviles de generosas proporciones, capaces de viajar por el campo abierto, fueron otrora indispensables para los nómadas. Los escitas orientales, por ejemplo, los jinetes de la estepa, según Esquili -vivían en chozas de ramas en el aire, sobre sus coches de buenas ruedas-, en constante movimiento entre el Danubio y el Don. Tales chozas eran redondas o rectangulares y divididas en dos o tres habitaciones. Sus muros eran de mimbre o de ramas unidas por correas, y revestidos de barro o fieltro contra la lluvia y la nieve. Las más chicas se movían sobre cuatro ruedas, las mayores sobre seis, y las arrastraban varias yuntas de bueyes.

Heródoto, que visitó Escitia en su viaje a Persia y es el responsable de nuestra costumbre de llamar escitas a todos los habitantes del sur de Rusia, nuestra casi envidia por su independencia: -No tienen ciudades ni fuertes y llevan consigo sus viviendas a dondequiera que van; habituados además a disparar desde el caballo, ganaderos y no agricultores, con sus carros por única casa ¿cómo no han de ser inconquistables? - Feroces en la guerra, en la paz se dedicaban a perseguir y domar potros salvajes. Para ellos la vida sin caballos era tan inconcebible como para nosotros sin automóvil. Hasta después de la muerte lo necesitaban, y un escita rico podía llevarse a la tumba cien caballos. Pero la vida de los escitas distaba mucho de ser precaria: como comían carne de caballo, no tenían dificultad para transportar sus provisiones, y ordeñaban a las yeguas, con cuya leche hacían queso y kumis, una bebida alcohólica.

Puede resultarnos consolador saber que una vida tan intensa, con tal de la abundante en proteínas, no conduce necesariamente a la salud. Nada menos que Hipócrates, señaló serias desventajas del modo de vida de los escitas. Al igual que Heródoto, los conoció directamente. Afirma que los niños pasaban demasiado tiempo en el carro y raramente caminaban, al igual que sus padres. El exceso de transporte, según Hipócrates, minaba sus fuerzas y los hacía rechonchos y fofos; además el constante traqueteo, dice, les dificulta las relaciones sexuales.

No puede haber sido tan malo, pues durante los siglos de desintegración de la cultura mediterránea los habitantes de carros estuvieron muy en evidencia. Su identidad ética variaba, pero la forma de vida permanecía igual, Hipócrates observaba que en Asia todo es mayor y más hermoso que en otras partes, y las casas rodantes no eran excepción. En mil años alcanzaron los diez metros de diámetro, es decir algo más que la vivienda urbana norteamericana promedio. -Me tomé el trabajo de medirlos-, dice un viajero que visitó a los tártaros, -y tenían veinte pies de una rueda a otra, asomado los lados de la casa al menos cinco pies a cada lado-. El eje era del grosor de un mástil, y las ruedas de madera sólida y de doce pies de alto. Ninguno de los cronistas nos relata, sin embargo, cómo era el viaje por las llanuras sin caminos en una de esas casas rodantes sin ningún tipo de suspensión.

Pese a su desprecio por la vida sedentaria, los tártaros no carecían de refinamientos. Cada hombre tenía una o dos docenas de esposas, y cada esposa su comitiva. -La corte de un tártaro rico-, escribe nuestro informante, -parece un mercado, en el que hay muy pocos hombres-. Pero la menos importante de las esposas tiene entre veinte y treinta casas rodantes para sus sirvientes-. Esa poligamia respondía a razones económicas. Como los hombres estaban ocupados en la caza y la práctica del arco, el trabajo debían hacerlo las mujeres. Ellas estaban encargadas de los animales: uncían el carro bueyes y camellos y los guiaban en el camino. Hacían mantequilla y leche seca. Curtían las pieles y confeccionaban ropa y zapatos (ellas usaban pantalones). Y como entre los pájaros, donde, con frecuencia, la construcción del nido corresponde a la hembra, construían los carros.

Los ejércitos imitan, en muchos sentidos, a los nómadas de la estepa. El viajero romano Pietro della Valle, que acompañó al persa Shah Abbas en una campaña militar en 1618, fue un gran admirador de los recursos de un grupo en constante movimiento. -Han inventado mil maneras de estar cómodos y de disfrutar de todo lo que hay en las ciudades-, escribe: Tienen baños portátiles que al acampar instalan bajo sus tiendas. Y muchas veces he visto camellos cargando grandes instalaciones de madera para sus baños que, según creo, sirven de piso que deja correr el agua de modo que no estorbe, o algo por el estilo. Del mismo modo, tienen cocinas portátiles, y no me refiero a las ollas y sartenes que cualquiera llevaría consigo, sino de una cocina completa montada sobre un camello, en la que se puede cocinar sobre la marcha -.

Este distante prototipo de vagón-restaurante tiene una contrapartida espartana en el sur de México. Nadie sabe cuándo se originó la costumbre de cocinar en el camino, pero parece haber sido siempre privilegio de la mujer. Para aprovechar el tiempo que emplean en caminar hasta sus casas, llevan en la cabeza un brasero encendido con su olla encima. Al llegar, la comida está lista para servirse, en un notable ejemplo de refinamiento técnico popular. El hombre urbano moderno utiliza sólo los recursos internos del cráneo; pese a la presencia de nobles cariátides y atlantes arquitectónicos con enteros edificios sobre la cabeza.

Tan sólo cuatro personas pueden sostener y transportar sobre sus cabezas un techo de modestas proporciones, Livingstone, viajando por Balonda, aprendió a apreciar tal movilidad. -Cuando resolvíamos pasar la noche en alguna aldea-, escribe: -Los habitantes nos prestaban los techos de sus chozas, semejantes a los de Makoholo, o a un sombrero Chino, y que pueden separarse de las paredes sin dificultad. Alzándolo, lo transportaban al lugar escogido para nuestro alojamiento. Y una vez apoyado en estacas, ya teníamos vivienda segura para la noche-. No es raro que a los nativos la casa tipo occidental les pareciera sumamente tosca. Después de visitar a Livingstone en Kolobeng, varios de ellos, describiéndola a sus compañeros, dieron con una metáfora que vale su peso en oro: para ellos no era una casa, sino -una montaña con varias cuevas-" (Guerrero, 2000).

Origen

Según Rudofsky, el refugio móvil por excelencia es la tienda. Deriva directamente del árbol, sin desviaciones simbólicas. Aunque parezca extraño, entre algunos pueblos, la misma palabra significa tanto árbol como casa, y en cierta medida también el referente es el mismo. Para plantar sus tiendas para el invierno, por ejemplo, los antiguos argipeos despojaban de sus hojas a un árbol vivo y cubrían con fieltro las ramas peladas. Probablemente tomaron la idea de los escitas sedentarios, que vivían, según Heródoto, -cada hombre bajo un árbol cubierto en invierno por una tela de fieltro blanca-. Una contrapartida contemporánea de esto según cita el autor antes mencionado, podría ser la ceremonia anual de los turcos de Altai, que evocan ese poético origen de la tienda erigiendo en un claro de bosque una tienda cuya chimenea asoma la punta al natural de un roble joven. De ese modesto principio la tienda evolucionó hacia palacios inconcebibles para el hombre moderno.

Clasificación

La siguiente descripción de Rudofsky nos muestra criterios de clasificación que podemos tener en cuenta: "Los nómadas distinguen las tiendas según su tamaño, forma, material y uso. Nombran de distinto modo a las de techo plano, acanalado o en pico, como el teepee de los indios norteamericanos; a las de ocho o diez lados; a las que tienen alrededor uno o más palios formando porches, con puertas y ventanas; a las sostenidas por un único poste central o a las armadas sobre tres docenas de mástiles y quinientas sogas. -Por su plano y estructura-, escribe A. U. Pope, eminente estudioso del arte persa, -una tienda grande puede llegar a ser tan arquitectónica como un castillo-. Lamenta con razón que -ningún europeo historiador del arte ha tomado nunca en serio a las tiendas y pabellones como arquitectura-" (Guerrero, 2000).

Hombre e Historia

Imaginar será siempre más grande que vivir,
Gaston Bachelard


Generalidades

Disponemos de pocas fuentes para investigar las primeras tiendas utilizadas por el hombre en los principios de la historia. Las primeras conclusiones y pruebas convincentes nos las aportan de 30 000 años. En las culturas primitivas más elevadas encontramos descripciones y, sobre todo, muchas representaciones precisas. Según no lo plantea Frei Otto, se poseen algunas tiendas originales como las tiendas turcas en el castillo de Wawel en Cracovia y cuando no se las tienen se recurre a representaciones y descripciones literarias.

Inicios

Las descripciones que se presentan a continuación son realizadas por el arquitecto Berthold Bukhardt en el libro Arquitectura adaptable nos marcan una secuencia temporal de algunas tiendas que se han investigado. Reconstrucción de una tienda en los hallazgos de Malta, en Siberia junto a Irkutsk, y una fotografía de los trabajos de excavación con hallazgos, que presumiblemente sirvieron de refuerzo a una tienda cónica. Estas tiendas, que utilizaron cazadores del Paleolítico en las tundras durante la época glacial hace unos 20 000 años, son parecidas a las del tipo indio de Norteamérica. Representación de una corrida de toros con la imagen esquematizada de una tienda en un jarrón íbero, siglos IV-III a. C. Museo de Prehistoria, Valencia.

En relieves vemos las campañas guerreras de Senaquerib (705-681 a. C.). La representación de la tienda del rey asirio aparece en un campamento y guarda analogías con los tabernáculos judíos. Se reconoce claramente los apoyos y la piel tensada sobre ellos. Representación egipcia de una tienda real. Los mástiles de las tiendas representadas recuerdan los descritos por Ptolomeo (275 a.C.) por la misma época de las tiendas para festejos. Poseían mástiles de cedro y capiteles de palmeta. Estas tiendas para fiestas tenían cerca de 8200 m2. Tiendas militares romanas representadas en un relieve de la columna de Marco (siglo II), de Roma, y campamentos de tiendas de legionarios romanos en la columna Trajano (siglo I), de Roma. Las tiendas son de barras con lonas tensadas. Las más pequeñas para la tropa eran de piel, y se conservan aún algunas partes de ellas" (Guerrero, 2000).

Caso particular "Arquitectura Árabe"

La civilización musulmana siempre ha sido móvil. Tanto los árabes como los distintos conquistadores no árabes procedentes de Asia Central eran originariamente nómadas y heredaron una tradición de desplazamientos. Grandes ejércitos estaban en constante movimiento. "Estudiantes y eruditos emprendían largos viajes para sentarse a los pies de maestros famosos. Las riquezas de las ciudades dependían del transporte de artículos a grandes distancias. Y la fe islámica imponía al creyente la más poderosa de todas las razones para viajar, la realización del hay o peregrinación.

Debido a las duras condiciones y a la inhospitalidad de la tierra en la mayoría de los países islámicos, éstas dos últimas clases de viajeros -mercaderes y peregrinos- necesitaban una mayor abundancia de lugares en los que poder cobijarse y descansar de los que podían proporcionar los pueblos y las ciudades muy diseminadas. Esta llevó a la construcción de caravansares a lo largo de todas las rutas principales -lugares en los que las personas y sus animales estuvieran a salvo durante la noche y donde podían estar seguras de encontrar provisiones y aguas-. Este tipo de arquitectura era el cobijo donde ellos de alguna manera recreaban su cobijo en la ciudad, inclusive las tiendas de los sultanes son comparables a sus palacios, el Topkapi es, en cierto sentido, un campamento de tiendas de lujo. De esta forma podemos concluir que esta cultura genera su tipo arquitectónico nómada que le servían de elementos para poder dar respuesta a su necesidad religiosa y económica" (Guerrero, 2000). Con el anterior ejemplo queda manifiesto que una cultura de tipo nómada genera su propia arquitectura, y esta respuesta rebasa la sola necesidad física del hombre frente a un espacio.

Ciudades de tiendas y campamentos

Al igual que una tienda, se montan y desmontan verdaderas ciudades y campamentos en un tiempo muy corto. Las ciudades de tiendas de nuestro tiempo son las de fiestas populares, ferias, tianguis, exposiciones, campings, sin olvidar al circo. En reuniones de masas de varios días, las ciudades de tiendas representan una solución lógica y económica. Así por ejemplo, se ha montado en Suecia un campamento para 20 000 boy-scouts y en la Meca, las tiendas proporcionan alojamiento durante tres días a más de dos millones de peregrinos que asisten a la fiesta anual de Hadj.

Se forman también ciudades de tiendas como campamentos para refugiados de catástrofes políticas y naturales, como terremotos o guerras. En este trabajo no está contemplado este desarrollo y espero que este contenido haga parte de este documento en otro momento. En estos campamentos de emergencia, la tienda a menudo no solo es un hogar transitorio, representa ante todo una opción para la seguridad de las personas que la habitan.

Burkhardt anota que: Conocemos numerosas descripciones históricas de ciudades de tiendas y campamentos. La representación adjunta muestra el campamento de un ejército alrededor de 1570, que se organiza dentro de los muros como una pequeña ciudad. Los escuadrones se agrupan en barrios, la tienda del general imita un castillo, los mercaderes acompañantes tienen sus zonas de comercio y viviendas separadas, mientras que la vida pública tiene lugar en una especie de plazas central del mercado.

Un ejemplo histórico de la vida cortesana del renacimiento nos lo proporciona el famoso Camp des draps d`or de Calais, en 1520. Enrique VIII llegó con cinco mil personas, trescientos caballos y cerca de cuatrocientas tiendas para sus acompañantes. Las tiendas mayores, con aspecto de castillo, contenían lujosas salas para banquetes, habitaciones y una capilla. Este campamento, que representa uno de los mayores derroches de la época, se mantuvo durante tres semanas.

Representación del campamento de un ejército de Jost Ammann (1539-1591). Tras un montículo de tierra y una barrera de carros cargados y tiendas, encontramos un campamento organizado como una pequeña ciudad. Distintos barrios, zona para mercaderes y el complejo de tiendas para el general. Talla en madera, de Hana Burgkmair (1473-1531): Judith en el campamento de Holofernes. Vemos aquí representadas las formas principales de tiendas. Planta rectangular con techo de dos vertientes y planta circular con techo puntiagudo en forma de cono. Ambos tipos tienen apoyos interiores y vientos exteriores.

Tiendas de tribus

Las más variadas tribus de todo el mundo han vivido y viven en tiendas.

Casos generales en el mundo

Tiendas de beduinos, insuperables en su claridad y armonía entre función, forma y construcción. Las tiendas negras, en parte de pelo de cabra teñido, son tejidas por las mujeres en telares en tira de un metro. Las tiendas tensadas, con paredes laterales desplazables, tienen una clara división del espacio interior por medio de paredes intermedias suspendidas.

Pueblo esquimal, (S XVIII) las tiendas puntiagudas utilizadas por los esquimales durante el verano son de piel de foca y poseen un armazón de barras que las sostienen. El borde está sujeto por piedras. Los tipis, tiendas de los indios norteamericanos, tienen en principio la misma construcción y se distinguen en un detalle. Los mástiles de las tiendas están dispuestas circularmente enterradas en el suelo y unidos por la punta con una cuerda con nudos especiales.

En invierno los japoneses, construyen sus tiendas con mantas de lona de colores y en verano de lona fuerte. La construcción de la tienda se basa en un esqueleto de barras dispuestas radialmente y enterradas en el suelo, que a su vez es sujetado por barras curvadas. Las tiendas de los nómadas de Mongolia, estepas y desiertos colindantes, en la yurte. En la pared lateral hay un enrejado de tijera y barras en disposición radial que forman una cúpula. La cubierta de la tienda está formada de varias capas de fieltro y tela según el clima.

Hombre y realidad actual: Los nuevos nómadas

"Cuando las cimas de nuestro cielo se reúnan Mi casa tendrá un techo"
Paul Eluard. Dignos de vivir.

"En nuestra sociedad, el mantenimiento de la vida familiar, el cuidado y la educación de los hijos depende de la posesión de un hogar adecuado. La familia y la vivienda están íntimamente relacionadas. La pérdida y la imposibilidad de adquirir un hogar seguro y decente ponen en peligro a una familia. Gobierno Británico. Informe del comité Deebohm en Inglaterra y Gales, Londres 1968" (Guerrero, 2000).

La familia es la base de una sociedad. Venimos de una familia y vamos encontrando en ella a través del tiempo su esencia particular. El asentamiento en un lugar bajo las bondades de un techo con el fin de emprender nuevas metas, es el reto que sostenemos a diario. Bajo esta óptica se concibe la vida no sólo como la solución de una necesidad vital sino también como la materialización física de lo que implica un hogar.

La realidad actual nos muestra que hay cientos de personas que hoy viven como nómadas ya sea por decisión propia o impuesta y han aprendido a convivir ante tal situación, me atrevo a decir que su actitud ante la vida es nómada, situación que no puede ser calificada como mejor o peor sino simplemente diferente. Solo por mencionar algunos casos, recordemos que las tiendas sirven para albergar a personas provenientes de migraciones forzosas, desplazados por violencia, jornaleros agrícolas, mercaderes, comerciantes, peregrinos, entre muchos otros.

Desplazados por violencia en Colombia

El caso colombiano nos muestra que ante una nueva situación no siempre lo obvio es lo que realmente se necesita. Ante tres fuegos cruzados -guerrilla, paramilitares y ejército nacional- se encuentran comunidades de colombianos que deben salir de su región por temor a la muerte. Este ante todo es un problema social y ante tal panorama son dos las posturas que las personas toman, una es salir de su región colectivamente para que de una u otra forma se ejerza presión al gobierno, quien recurre a ellos brindándoles unos albergues improvisados, de tipo militar, y la segunda posición es la de huir individualmente de su región y llegar a una ciudad próxima asentándose donde y como puedan. Quizá el temor ante el ser identificado como desplazados por violencia ha hecho que ellos opten esta posición, situación que trae muchos más problemas aún, ya que al no ser identificados como tal el gobierno no se les puede brindar la ayuda que ellos requieren.

Al igual que los israelitas en el desierto, estas comunidades esperan que el salir sea el paso a la libertad y esperan que su tienda manifieste este pedir, sin embargo, la realidad actual nos muestra totalmente lo contrario.

Trabajadores migrantes en México

Una población que vive en condición de nómada por su trabajo son los jornaleros agrícolas. Debido a que en su lugar de hábitat no encuentra condiciones propicias de trabajo, debe salir junto con su familia en busca de sustento en un lugar y otro, situación que lo cataloga como nómada.

Conclusiones

"¿Quién vendrá a llamar a la puerta?
Puerta abierta, se entra.
Puerta cerrada, un antro.
El mundo llama del otro lado
de mi puerta"
Pierre Albert Birot. Les amusements naturels

No todas las culturas se asientan en un solo lugar, existen personas que en forma individual o colectiva desde la antigüedad hasta hoy viven cada día desplazándose con cierta regularidad en busca de mejores condiciones. La realidad contemporánea latinoamericana nos muestra diversidad de culturas nómadas en busca de un techo que les permita albergarse por un tiempo indefinido en condiciones benéficas acordes al desarrollo humano. Los centros urbanos según sea su naturaleza les ofrece alternativas que hoy se alejan de su realidad social y económica.

Las tiendas sirven para albergar a muchas personas ya sean provenientes de migraciones forzosas, jornaleros agrícolas, mercaderes, comerciantes, peregrinos entre muchos otros más. Por lo tanto es un tema que necesita mayor investigación que rebase la sola solución militar.

La tienda adquiere especial importancia en situaciones catastróficas. La tienda que puede proporcionar una protección espontanea tras una catástrofe puede representar la primera célula de la reconstrucción, que es poco a poco ampliada, transformada o incluso sustituida.

La arquitectura hace parte de la vida del hombre, al fin y al cabo es este último quien la hace, la vive o la padece. El arquitecto ante este panorama tiene mucho que aportar, estudiar, evaluar, proponer y solucionar, su condición de profesional ante un nuevo siglo lo compromete a trabajar por el mejor bienestar de su comunidad. El diseño arquitectónico puede generar un tipo de arquitectura que sirva al hombre, para esto es necesario que el profesional se involucre con su cliente de tal forma que su diseño surja de la gente y para la gente y no resulta de un solo hecho geométrico.


Imágenes y fotografías: Cortesía del autor.


Bibliografía

Bachelard Gastón, "La Poética del Espacio", México: FCE, 2005.
Guerrero Figueroa Hernán, "Arquitectura Plurifamiliar Nómada. Lugar de llegada, lugar de partida", Propuesta académica del Taller de Investigación "Arquitectura y Humanidades", Programa de Maestría y Doctorado en Arquitectura, Campo de Conocimiento en Diseño Arquitectónico, Universidad Nacional Autónoma de México: UNAM, 2000.

Hernán Guerrero Figueroa