Reino Interior  
         
          Los cultos interiores:
          cerrados relicarios
          de misteriosos santuarios
          a donde nunca la curiosidad se asoma.
          Fruición de aroma
          de rugosa poma
          guardada dentro de un arcón.
          
          Abismos que llenamos de nosotros mismos;
          sendas que nadie descubre;
          avenidas de parques conventuales
          que ameritan con otros vegetales
          las ráfagas de octubre.
          
          De aquel cariño que nadie sabe;
          de aquel secreto que es un perfume;
          cofre de acero de única llave...
          Tal vez la mano
          cuando lo abrimos
          se nos entume.
          
          Y oímos
          que nos hablan de nosotros mismos.
          Octubre, octubre
          Pudor,
          dolor,
          amor;
          paño de oro frisado
          con que se cubre nuestro vedado
          reino interior