Reino Interior


Los cultos interiores:
cerrados relicarios
de misteriosos santuarios
a donde nunca la curiosidad se asoma.
Fruición de aroma
de rugosa poma
guardada dentro de un arcón.

Abismos que llenamos de nosotros mismos;
sendas que nadie descubre;
avenidas de parques conventuales
que ameritan con otros vegetales
las ráfagas de octubre.

De aquel cariño que nadie sabe;
de aquel secreto que es un perfume;
cofre de acero de única llave...
Tal vez la mano
cuando lo abrimos
se nos entume.

Y oímos
que nos hablan de nosotros mismos.
Octubre, octubre
Pudor,
dolor,
amor;
paño de oro frisado
con que se cubre nuestro vedado
reino interior

 

 

Anterior

Francisco González
Poemario Arquitectura y Humanidades
Siguiente